del 11 al 14 de Febrero de 2000
Puerto Madryn, Argentina
En Puerto Madryn armé la obra sobre uno de los medanos que separan la avenida costanera de la playa.
De esta manera la obra la veían tanto los que caminaban por la playa como los que circulaban en auto por la costanera.
En la patagonia debido a las condiciones climáticas es costumbre pasear largas horas en auto e inclusive cuando se llega a la playa no se baja del mismo, como si se estuviera en un autocine admirando la película del paisaje.
En este caso muchos pararon con el auto y miraron la obra sin descender.
Los que caminaban por la playa ascendían al médano en donde se posaba la obra y emprendían un recorrido sinuoso provocado por el médano y el movimiento de las banderas.
La morfología general de la obra también fue contagiada por lo irregular de estos pequeños médanos de Madryn y a diferencia de cuando la arme en las zonas planas de las playas de Mar del Plata y Gesell el resultado final era el de una obra despeinada .
Desde el primer día de armado apareció en su bicicleta un músico de la zona que entusiasmado con la propuesta convocó diarios y radios quienes me realizaron notas y difundieron la presentación.
El músico otro día me hizo la siguiente declaración que afortunadamente conservo en video:
“La instalación como todo objeto sometido a la influencia del viento, tiene su sonido, tiene su producción musical.
Por ejemplo hay un contrapunto entre el restallar de las banderas flameando que es un restallar de distinta altura de sonido que el del golpear de los tensores con los mástiles.
Es música concreta con sonidos, o sea, la misma complejidad de la instalación tiene su aspecto sonoro, está sonando. Muy linda la idea.
Todo material tiene una frecuencia vibratoria, todo lo que puede vibrar tiene sonido y una altura de sonido, con frecuencia determinada o indeterminada, como el flamear.
Pero los ruidos son agudos, medios o graves.
En este caso los mástiles suenan como campanitas y el tema es:
mi mi mi mi, do do do do, si si si si, podes colocar las sogas de izar de otra manera y sonarán distinto.
Cuando uno se acerca se escucha perfectamente.
La instalación pone en evidencia el viento, que para mi es una de las bendiciones de la patagonia, si no estuviera sería inhabitable.
Todo el globo terrestre es como una gran escultura hecha por los vientos y las aguas.
En el valle de la Luna en San Juan y en el cañón del Colorado hay formas extrañísimas hechas por el viento.
El viento es un escultor, el que dispersa las semillas y hace que todo germine y prospere.
Las banderas en su rítmicas crean alegría, movimiento.”
Journey Log: Puerto Madryn
February 11 to 14, 2000
Puerto Madryn, Argentina
In Puerto Madryn I assembled the installation on one of the dunes that separate the coastal avenue from the beach.
This location allowed it to be seen either by those who walked along the beach or by those who were driving along the coastal driveway.
In Patagonia due to weather conditions it is customary to take long drives by car and even when people reaches the shore coast they do not come out of the vehicles, as if they were in a drive-in movie admiring the scenery.
In this case many of them stopped the car and watched the installation without coming out of the vehicles.
Those who were walking along the beach climbed the dune where it was placed and undertook a sinuous path caused by the dune and the movement of the flags.
The general morphology of the installation was also infected by the irregular nature of these small dunes in Madryn and unlike when I assembled it on the flats areas of the beaches of Mar del Plata and Gesell; the final result was one of a disheveled work.
From the first day of assembling a local musician appeared on his bicycle, he was so enthusiastic about the proposal that called newspapers and radio stations who made me interviews and broadcasted the presentation.
Another day the musician made the following statement, which fortunately I keep in video:
"The installation as any object under the influence of wind, has is sound, its musical production.
For example there is a counterpoint between the cracks of the waving flags which is a cracking sound of a different height than the beat of tensors with the masts.
It is concrete music with sounds that is to says, the very complexity of the installation has a sound aspect, it is ringing. It is a very nice idea.
Every material has a vibrational frequency; everything that can vibrate has sound and a height of sound, often determinate or indeterminate, as the flaming.
But the sounds are sharp, medium or severe.
In this case the mast sound like bells and the theme is:
E E E E, C C C C, B B B B, you can place the hoisting ropes in other ways and they will sound different.
When you get close, you will hear it perfectly.
The installation highlights the wind, which to me is one of the blessings of Patagonia; if it would not be there it would be uninhabitable.
The entire globe is like a great sculpture made by the winds and waters.
In the Valle De La Luna in San Juan and in the Colorado Canyon there are very strange shapes made by the wind.
The wind is a sculptor, who scatters the seeds and makes everything germinate and prosper.
The flags in their rhythmic create joy, movement."